lunes, 27 de junio de 2016

Caritas pintadas: ¿Maquillaje de efectos?

Es oficial: se ha impuesto una nueva moda en Lima.

Es casi impensable estar en un evento infantil y no ver a una encargada de pintarles las caritas a los pequeñines, a veces bien, a veces no tanto, pero siempre aprovechando las ganas de los niños no sólo de verse diferente en esta ocasión especial, sino de ser alguien más.

Las técnicas de caritas pintadas son sencillas: basta con pintura en base de agua (u oleosa, depende de la preferencia), pinceles y diluyente. Se puede hacer a pedido o temático, aunque lo usual es que el niño se salga con la suya siempre. Pero por sobre todo: da la sensación de magia.




Sí, probablemente relacionamos una cara blanca con chapas, sonrisa gruesa y cejas arqueadas con un payaso, y sólo pensarlo puede causarle a algunos el suficiente aburrimiento como para considerar que todo maquillaje elemental en el rostro es carente de significado. Sin embargo, esta es una reacción (limeña) muy típica de menosprecio y falta de cultura. La verdad, el maquillaje ha evolucionado mucho en estos años: en los 90's era difícil encontrar materiales para hacer efectos visuales para series y películas (empezando porque todo se basaba en maquillaje, no habían casi efectos especiales de post producción), y ver este tipo de creaciones a estas alturas del milenio puede generar un poco de pena, antipatía y hasta sensación de falta de profesionalismo.




En TransformArte creemos que no importa el tipo de material y los fines utilizados, mientras lo que se logre sea crear algo diferente: lo bueno de los niños es que no frenan su fantasía, y basta con un poco de pintura en la cara para que se sientan poderosos como Superman o hermosos como sus princesas favoritas. Y ahí está lo que nosotros, adultos, deberíamos reflejar a la hora de caracterizar a alguien. Lamentablemente, como sólo vemos pintura en la cara, creemos que es algo simple e insuficiente para considerarlo "de efectos especiales", y muchas veces es un arte que queda relegado del rubro.

Ojo, con esto tampoco queremos decir que es válido que una película de alto presupuesto maquille a sus criaturas con témpera; creemos que la caracterización de personajes depende mucho del presupuesto, de los gustos, y siempre tratando de hacer lo mejor posible, lo más realista, lo que más convenza al público. Pero por sobre todo, creemos que lo más importante es la actitud con la que llevas lo que sea que tengas aplicado en el rostro. Porque un extra maquillado de zombie durante horas y que no se cree su papel es menos creíble que un niño con una araña pintada en la cara con témpera negra, o una corona celeste en la frente que mimetiza copos de nieve, o un payaso que hace reír a los transeúntes en las esquinas, y que se siente una persona completamente distinta gracias a ese detalle.

Porque para eso existe el maquillaje: para darle un empujoncito al alma de las personas para atreverse a comportarse de maneras distintas. A ser alguien más por un momento. A jugar, divertirse, crear y explorar el mundo con otros ojos. A dar a los demás algo de sí mismo.


Imágenes: guiainfantil.com, gonzoo.com.

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